21 abril, 2017

Reseña: Por trece razones, de Jay Asher

Título: Por trece razones
Título original: 13 Reasons Why
Autor: Jay Asher
Editorial: Nube de tinta
Número de páginas: 304
Año de publicación: 2017
Precio: 16,95€ (papel) / 8,99€ (ebook)
Comprar: Amazon / Fnac / Casa del libro 
No puedes poner freno al futuro.

Ni reescribir el pasado.

La única forma de revelar los secretos es... darle al «Play».

Una caja, trece caras de casete, trece culpables y una víctima.

Apenas han pasado dos semanas desde el suicido de Hanna, cuando Clay encuentra una misteriosa caja en la puerta de su casa. La caja contiene unos casetes que serán el comienzo de un perverso juego que involucrará a todos los responsables de la muerte de Hanna.
Por trece razones de Jay Asher es el tema del momento gracias a la adaptación que ha llevado a cabo Netflix en forma de serie de televisión con la cantante y actriz Selena Gomez como productora ejecutiva.

Cuando Clay Jensen recibe una caja con 7 cintas de casete sin remitente, no puede sentirse más intrigado ante la incógnita de quién las ha enviado y cuál es el contenido de esas cintas hasta que reproduce la Cara A del primer casete y descubre que quien lo ha enviado no es otra que Hannah Baker, la alumna que se suicidó hace unas semanas. Sin embargo, el motivo de las cintas lo desconcierta aún más: cada una de ellas está dirigida a una de las personas que, a través de sus actos, la empujaron a cometer el suicidio. Si has recibido la caja con los casetes, es que eres uno de los culpables.

Con un argumento como el anterior, Por trece razones no puede sino engancharte desde su primera página, con la tensión aumentando en cada capítulo y con un ambiente de misterio con los que es imposible soltar el libro hasta saber cuáles son los motivos que llevaron a Hannah Baker al suicidio. Es esta tensión la que consigue que la novela funcione con un ritmo ágil y trepidante y que sea una lectura rápida. 

Me atrevería a decir que el punto fuerte que tiene la novela es la profundidad con la que se aborda su tema principal: el suicidio, que aparece retratado de una forma excepcional. Sin embargo, no se queda ahí sino que también también todos los temas que rodean al ya mencionado están tratados de una forma inmejorable. Tenía miedo de encontrarme con que aparecía reflejado de una manera muy simple, pero me he encontrado con todo lo contrario.

Es verdad que, al principio, parecía que las razones que nos iba a dar Hannah Baker sobre su suicidio iban a ser vacuas y pueriles, pero me di cuenta de que no podía estar más equivocado según se va avanzando en la trama y se va dejando ver la relación que tienen todas ellas entre sí.

La historia está narrada desde dos perspectivas, aunque ambas en primera persona: la de Clay y la de Hannah. Sobresale en todo momento, sin embargo, la perspectiva de Hannah, puesto que se podría decir que es la protagonista de la historia que se nos está narrando. La perspectiva de Clay, además, va completando la historia de Hannah a partir de lo que él vivió o vio. Es ese choque entre la realidad de Clay y la de Hannah algo a destacar en la novela, puesto que está muy bien conseguido y no te da solamente una visión interna de lo sucedido, sino también una visión externa que te ayuda a comprender más la situación. 

La prosa de la obra es otro de los aspectos que habría que alabar de ella, puesto que Jay Asher logra retratar fielmente los pensamientos de los personajes-narradores a través de un tono de lo más coherente a su forma de ser. Sí que es verdad, por otra parte, que falló en un par de ocasiones en las cintas de Hannah, cuando utilizaba un lenguaje que no veía del todo verosímil. 
Espero que estés preparado, porque estoy a punto de contarte la historia de mi vida. Más concretamente, por qué se acabó mi vida. Y si estás escuchando estas cintas, tú eres una de las razones.
Sin casi ninguna descripción acerca de los personajes, solamente por medio de sus acciones, el autor ha creado unos personajes muy realistas y coherentes. Sin embargo, habría que destacar, como no podría ser de otro modo, a Hannah Baker, puesto que es un personaje que está tratado de una manera impresionante. Es un personaje redondo y en el que podemos observar una evolución 100% verosímil. 

Por trece razones de Jay Asher es, por lo tanto, una novela cuya lectura es necesaria, no solamente porque esté escrita de una forma excepcional y porque sea adictiva desde el principio hasta el final, sino por los temas que trata y la profundidad con que los hace. Sin duda, es un libro que conciencia a todo el que lo lea sobre esos aspectos de la sociedad que son tan necesarios de conocer. 


5/5

10 abril, 2017

Reseña: Caperucita en Manhattan, de Carmen Martín Gaite

Título: Caperucita en Manhattan
Autor: Carmen Martín Gaite
Editorial: Siruela
Número de páginas: 264
Año de publicación: 1990
Precio: 10,90€ (papel) / 5,99€ (ebook)
Comprar: Amazon / Fnac / Casa del libro 

Sara Allen es una niña de diez años que vive en Brooklyn, Nueva York. Su mayor deseo es ir sola a Manhattan para llevar a su abuela un tarta de fresa. La abuela de esta moderna Caperucita ha sido cantante de music-hall y se ha casado varias veces. El lobo es míster Woolf, un pastelero multimillonario que vive cerca de Central Park en un rascacielos con forma de tarta. Pero el hilo mágico de este relato se centra en miss Lunatic, una mendiga sin edad que vive de día oculta en la estatua de la Libertad y que sale de noche para mediar en las desgracias humanas o, si es necesario, llegar a regalar un elixir capaz de vencer al miedo.
Carmen Martín Gaite (1925-2000) es una de las narradoras más representativas de la literatura española de la Edad Contemporánea, habiendo obtenido el Premio Nadal 1957, el Premio Príncipe de Asturias de las letras en 1988 y el nacional de las letras españolas en 1994. Si bien la mayoría de su obra se adscribe dentro de lo que se conoce como neorrealismo u objetivismo, en Caperucita en Manhattan Martín Gaite se acerca más al género de la literatura infantil y juvenil mediante la técnica del plagio creativo para reescribir el cuento de Caperucita Roja desde una perspectiva más actual. 

La novela empieza con buen ritmo, a pesar de ser algo lentos sus primeros capítulos porque son bastante introductorios. Cabría esperar que, después de unos capítulos así, la historia empezara a funcionar y se entrara a narrar los hechos que la rodean, pero no es este el caso: el resto de la novela no solo no mejora, sino que pierde el poco ritmo que tenía.

El problema fundamental de la novela es que esa historia no avanza. La autora se centra en presentar en profundidad a cada uno de los personajes que aparecen y en describir el espacio que rodea la historia, con demasiada información que resulta irrelevante para la evolución de la trama. Se consigue así un ritmo demasiado lento y la historia se hace muy pesada. Personalmente, he terminado leyéndome alguna que otra página muy por encima y sin prestar casi atención a lo que se nos contaba en ella porque no se relataba en ella nada interesante.

Cuando la historia consigue avanzar, la trama se soluciona de la manera más simple posible, con un final totalmente abierto y que no deja nada claro: la situación no está como al principio, sino que se queda aún peor que como empezó si bien es verdad que transmite una enseñanza de lo más importante en el mundo actual


Me atrevería a decir que lo mejor que tiene Caperucita en Manhattan es la pluma de la autora: con un tono inmejorable que se adecúa totalmente al tipo de historia que se nos está intentando transmitir, Martín Gaite logra una prosa impecable con la que consigue aliviar un poco la pesadez de la trama. 

Otro de los logros de Carmen Martín Gaite es, sin ninguna duda, el haber retratado unos personajes tan especiales en una novelita tan corta. Si algo bueno tiene el hecho de que presente a cada uno de los personajes en profundidad es que ha conseguido unos personajes redondos, que evolucionan, que están muy bien construídos. Sara Allen, nuestra protagonista, será en quien podamos observar esta evolución en un mayor grado, consiguiendo así un estupendo personaje que se vuelve totalmente realista. Sin embargo, si habría que destacar otro personaje sería a miss Lunatic, puesto que está rodeada de un halo de misterio y de una magia que la convierten en un personaje que te marca.


En definitiva, Caperucita en Manhattan es una novela que se hace muy difícil de leer pero que tiene una prosa brillante y unos personajes llenos de magia.
Y es que cuando la estatua d ela Libertad cierra los ojos, les pasa a los niños sin sueño de Brooklyn la antorcha de su vigilia.
2/5